Antonio García expuso cómo la Masculinidad no es sólo una categoría identitaria estereotípica que tipifica y prescribe, muchas veces en negativo (“no seas una nena”), un modo de ser (actividad masculina frente a pasividad femenina, autonomía masculina frente a heteronomía femenina y, en su límite, racionalidad masculina frente a la emotividad femenina) sino que es también una categoría política que ordena las relaciones de género. También ha señalado algunos apectos que han ido variando en España de las últimas décadaa
Por su parte, Fabián Luján expuso la respuesta que diversos grupos de hombres están dando a las transformaciones en las relaciones de género y al modelo de masculinidad hegemónico. Trazó una tipología de estos grupos, situando las diferencias en torno al grado de pensamiento critico y de confrontación respecto a las relaciones de género. Así señaló que mientras que algunos de estos grupos se centran en la propia subjetividad de los varones, existen otros, más minoritarios, cuya reflexión se centra en la transformación de las relaciones de género, a partir de su propia persona y buscando el impacto social.