Un taller de fotografía para jóvenes, teatro para mayores de 60 años, un taller de reciclaje de muebles o organizar comidas para el favorecer el intercambio cultural a través de la cocina son sólo algunas de las actividades que componen el proyecto de EVA para el antiguo mercado de Legazpi, abandonado desde hace 8 años. Iniciativas de un barrio con la intención de crear un empoderamiento vecinal y redes solidarias que den la cohesión y los servicios que Arganzuela necesita y que el ayuntamiento no facilita ni ofrece. Un proyecto que parece beneficioso, productivo e incluso una necesidad para Arganzuela para cualquier persona que se acerque a conocerlo, pero no para el ayuntamiento de Madrid.
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