DISOPRESS: Madrid, 22 de octubre de 2014.
Movimientos vecinales y organizaciones ciudadanas, presentaron ayer en la Sala Intermediae del Matadero de Madrid el proyecto “Espacio Vecinal Arganzuela”, una iniciativa que nace con el objetivo de “dotar al barrio de Arganzuela de una alternativa autogestionada donde realizar actividades sociales, culturales y educativas”. La intención de los promotores -que fundamentalmente son los colectivos que se han quedado ‘huérfanos’ tras el desalojo de La Traba el pasado mes de agosto- es recuperar el antiguo Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi. Han iniciado una serie de encuentros con las autoridades para solicitar el espacio, que cuenta con 32.716 metros cuadrados de superficie construida y que en la actualidad se encuentra sin uso definido. Su propuesta, sin embargo, no se cierra únicamente a la cesión del antiguo mercado. Según han indicado los promotores del proyecto, “en el caso de que nos den razones que justifiquen la negativa de la cesión de este espacio estamos dispuestos a aceptar otros espacios en similares condiciones donde poder desarrollar las actividades”.
La primera reunión en este sentido tuvo lugar el pasado 18 de septiembre. En ella, a través de la mediación de la Federación Regional de Asociaciones de Vecinos de Madrid (FRAVM), se reunieron varios colectivos vecinales con la Dirección General de Participación Ciudadana y consiguieron un primer compromiso por parte la Dirección General de estudiar un proyecto de estas características si se les presentase en el futuro.
Los impulsores del proyecto han redactado ya un primer borrador en el que detallan el porqué de la necesidad de un espacio para uso de los vecinos, entre las que destacan la desaparición de La Traba. En este primer borrador se hace hincapié también en el crecimiento de población que ha sufrido el distrito en los últimos 10 años y en el hecho de que, según se apunta en el mismo, “las dotaciones educativas están absolutamente sobrepasadas y existen lagunas sin cubrir por parte de la Administración en equipamientos deportivos, culturales, asistenciales y sociales”.
Según se extrae de este borrador, los objetivos principales del proyecto son “fomentar la participación ciudadana, reforzar el tejido asociativo del barrio, crear espacios de convivencia y fortalecer la integración en igualdad promoviendo acciones que visibilicen la diversidad existente en el barrio”. Para ello, sus promotores han dejado claro en este primer borrador su intención de usar el espacio para el desarrollo de actividades deportivas, culturales, pedagógicas, ecologías y actividades de autogestión y mantenimiento.
El proyecto se dividirá en dos fases. La primera, que los colectivos impulsores han destacado como más urgente, consiste en lograr “la cesión del espacio por parte de la Administración para dar continuidad a las actividades llevadas a cabo por La Traba, CSOA desmantelado en agosto, que ha dejado a un importante número de colectivos “sin alternativas para desarrollar sus actividades”. En una segunda fase, pretenden “realizar un programación lo más integradora posible para dar cabida a las actividades desarrolladas por el resto de organizaciones y colectivos, de manera paulatina según se vaya habilitando el espacio para su uso”.