El Mercado de Frutas de Legazpi se dedicará a biblioteca, espacio vecinal y otras dotaciones

El Mercado de Frutas y Verduras de Legazpi lleva casi una década sin uso. Su última función fue servir de base del Samur y desde su traslado se han barajado distintos usos sin que nunca llegasen a materializarse. La última propuesta, presentada por un promotor privado, consistía en la creación de un mercado gourmet, una biblioteca especializada en gastronomía, un polideportivo con spa y un centro comercial, todo por un canon anual para el Ayuntamiento de 60.000 euros. El equipo de la exalcaldea Ana Botella quería sacarlo a concurso, pero no le dio tiempo.

Ahora la concejala presidenta de los distritos de Arganzuela y Usera quiere que tenga un uso más acorde con las necesidades que le están trasladando los vecinos. “No queremos continuar con esa maldición de que nada salga adelante”, afirma Arce. El nuevo proyecto pretende “conjugar todos los intereses que hay” y aún está “en fase de ideas”, aclara la edil. Eso sí, algunas de las dotaciones ya están decididas, como la creación de una biblioteca en el barrio, pues es “una demanda histórica” y ya había sido prometida por anteriores Gobiernos. En la actualidad, hay una biblioteca para todo el distrito de Arganzuela, la de Pío Baroja, pero se queda pequeña.

Otro de los compromisos que ya ha suscrito Arce con los vecinos es ceder una parte de los 24.000 metros cuadrados para que tengan un uso “polivalente”, como había reclamando el Espacio Vecinal Arganzuela, que reúne a diversas asociaciones. El resto de este amplío edificio compuesto por tres alas todavía tiene que decidirse, con excepción de una esquina del mismo que se dedicará a usos administrativos, pues fue segregada en el plan parcial aprobado. Según explica Arce, también les han llegado peticiones para crear un centro de mayores o un polideportivo. “Tenemos que evaluar si se correponden con necesidades reales”, apunta. Lo que ya parece descartado es que pueda instalarse el instituto público que llevan pidiendo los residentes en el distrito desde hace años, ya que los técnicos creen que no es el lugar adecuado.

Una vez clarificadas las dotaciones y cuántos metros se destinarán a cada una de ellas, el Ayuntamiento quiere convocar un concurso de ideas para la rehabilitación de este edificio protegido, ejemplo de la arquitectura racionalista madrileña del primer tercio del siglo XX. El Gobierno de Ahora Madrid es también consciente de que el proyecto “necesita una fuerte inversión”, pero según Arce el concejal de Hacienda, Carlos Sánchez Mato, de cuyo departamento depende Patrimonio, le ha transmitido que “hay que sacar adelante el proyecto”.